domingo, 2 de noviembre de 2008

Historia de Tibet

TÍBET

El Tíbet es una región autónoma del sudoeste de China, enclavada en el Asia Central, cuya capital es Lhasa. Conjunto de tierras de gran elevación (más de 4.500 m), rodeada de las cordilleras de mayor altitud de la Tierra. En el concepto occidental "Tíbet" puede referirse a Región Autónoma del Tibet o RAT (una subdivisión administrativa de la República Popular China), o al Tíbet histórico que consiste en las provincias de Amdo, Kham y U-Tsang. 

La población es eminentemente budista, aunque el porcentaje de religiosos ha disminuido desde la invasión de China. La lengua mayoritaria es el tibetano. En Tíbet se encuentra la mayor cima del mundo, en la frontera con Nepal, el Monte Everest.



EL TÍBET PRE-BUDISTA

La presencia de restos arqueológicos en Tíbet se remonta al 10.000 A.C., se trataba de pueblos nómadas de Asia central que llegaron a la región, aunque no es hasta hace unos 2.300 años que empieza a haber presencia clara de moradores en la Tierra de las nieves. 

Según la mitología tibetana, los primeros habitantes del Tíbet fueron un mono (emanación de Avalokiteshvara) y una diablesa (emanación de Tara). Sus descendientes, mitad mono y mitad diablo, tras numerosísimas reencarnaciones cobraron su actual forma humana. Sus divinidades protectoras les enseñaron a dominar el fuego, la agricultura, las artes, la medicina, la herrería y la forma de gobernar y organizarse. 

El rey mítico Nyetri Tsenpo, que según la leyenda era el Rey indio Rupati que llegó al Tíbet huyendo tras su derrota en la guerra del Mahabharata, es el primer personaje de la historia Tibetana. Se cuenta que hacia el año 127 A.C. inició su dinastía que tuvo 30 reyes que gobernaron hasta el siglo VII. Durante esta época se fueron desarrollando los cultos chamánicos y animistas que formaron el Bön, la religión primitiva del Tibet, basada en la interdependencia del hombre y la naturaleza. Esta dinastía militar se fué expandiendo desde el valle de Yarlung dominando toda la meseta del Tibet.




EL BUDISMO

El Budismo comenzó a introducirse en el Tíbet por primera vez hacia el S. II D.C. durante el reinado del rey Lha Thothori Nyatsen, pero no fue hasta el siglo VII D.C., con la llegada al poder el rey Songtsen Gampo, que el budismo se integra en el país de las Nieves. En esa época el Tíbet era un reino en expansión, debido a esto se realizaron alianzas matrimoniales con el emperador de la dinastía T´ang de China y con el rey nepalí Asuvarman. Sus dos esposas, la princesa Wen Ch´en Kung Chu y la princesa Tritsun eran practicantes budistas, y con su influencia llevaron el budismo Mahayana al Tíbet, transformando este reino feudal y militar en un imperio más pacífico.

Songtsen Gampo (¿-650) envió estudiantes a la India y llevó escrituras budistas al Tibet donde se comenzaron a traducir al tibetano. Fundó numerosos templos, entre ellos el Jokhang y el Ramoche, ambos en Lhasa. Durante su reinado unificó el Tibet y expandió sus fronteras.

El emperador Trisong Detsen continuó apoyando el desarrollo del budismo en el Tibet, fundando el monasterio de Samye con la ayuda de Padma Sambhava (Guru Rinpoché) y de Shantirakshita, llegando a un gran florecimiento, no solo de los estudios budistas, si no de las artes y las ciencias debido a la llegada de grandes especialistas de India y China. Es en esta época cuando se produce el Concilio de Lhasa, debido a la controversia que se generó entre el budismo Mahayana de China y las prácticas Vajrayana del budismo Indio, se realizó un concilio donde se acabó decidiendo que el Tibet seguiría el modelo budista Indio. A esta época pertenece la tradición Nyingma, heredera de los primeros introductores del budismo en el Tibet.

Las revueltas de la nobleza, aliada con los sacerdotes de la tradición Bön, que temían perder sus antiguas influencias y privilegios frente al aumento del poder de los monasterios budistas, provocaron problemas dinásticos y llevaron a fragmentar la nación y a que el budismo fuese perseguido bajo el reinado del rey Langdarma. 


LA REFORMA DE ATISHA

Esta época oscura termina a mediados del siglo IX con la llegada de Dipankara Atisha invitado por el rey Lha Lama Yeshe Wo, es la llamada segunda transmisión del budismo, este renacimiento trajo el aumento de la construcción de monasterios, y la conclusión de las traducciones de la totalidad de textos canónicos budistas al tibetano, divididos en dos grupos de textos, el Kangyur (las enseñanzas de Buda) y el Tangyur (comentarios de otros maestros).

En el siglo XI surgen otras dos escuelas de budismo, la Sakya, formada por familias de clases dirigentes de la región de Tsang, y la Kagyu, fundada por el traductor Marpa y su discípulo Milarepa. Es en la escuela Kagyu donde se inicia la tradición de los Tulkus o "cuerpos de emanación". 

El 1º Karmapa Dusum Khyenpa (1110-1193), discípulo principal de Gampopa, fue reconocido por sus contemporáneos, debido a sus logros espirituales, como la manifestación de la actividad de Buda (Karmapa) profetizada por Buda Sakyamuni en el Samadhirajasutra.

Antes de su muerte, Dusum Khyenpa predijo en una carta los detalles y las circunstancias de su encarnación siguiente, iniciando asi la tradición de los Tulkus tras el nacimiento de Karma Pakshi, el 2º Karmapa.

Debido a la política budista de la No Violencia, y al aumento del poder de las instituciones monásticas, las familias nobles fueron perdiendo su poder, desapareciendo la posibilidad del resurgimiento de nuevas dinastías. 

A principios del siglo XIII Gengis Khan conquista China y el Tíbet. Bajo el imperio mongol el Tibet fue dividido en regiones administrativas gobernadas, cada una de ellas, por una familia noble y por la jerarquía monástica. En 1247 Khublai Khan nombró a un importante lama como Virrey temporal en el Tíbet. Posteriormente el poder paso por las manos de la escuela Sakya, la Kagyu, la dinastía Rinpung y por último la dinastía Tsangpa, que pierde el poder en 1642 en favor del Quinto Dalai Lama.

A finales del siglo XIV el Tibet vuelve a recuperar su independencia bajo el control de dinastías autóctonas. Es en esta época cuando el Lama Je Tsong Khapa inició un renacimiento espiritual, creando la escuela Guelugpa, recuperando la estricta disciplina monástica, e iniciando la tradición del Gran Festival de las Oraciones o Monlan Chenmo que era conmemorado anualmente en el Tíbet hasta 1960.


 

HISTORIA RECIENTE

En los siglos XV y XVI continuó creciendo la influencia de las instituciones monásticas frente a las militares debido a la politica de la No Violencia.

Un discípulo de Je Tsongkhapa, Gendun Drupa, empezó a liderar la nueva escuela; en aquella época se impartieron nuevas doctrinas, se construyeron más monasterios, se compusieron textos nuevos. Tras la muerte de Gendun, un niño fue reconocido como su reencarnación. Cuando éste murió se volvió a encontrar su reencarnación; el niño fue llamado Sönam Gyatso. En 1573 visitó Mongolia y el emperador Alta Khan le dio el título de Dalai (maestro tan extenso como el océano). Sönam, al ser la tercera reencarnación de Gendun, pasó a ser conocido como el Tercer Dalai Lama. El Tíbet se puso bajo la protección de Alta Khan y los Geluk-pa gobernaron.

En el siglo XVII, el quinto Dalai Lama (Lobsang Gyatso el Grande) fue proclamado rey del Tíbet y fundó los palacios de Ganden y Potala. Desmilitarizó totalmente el país y consiguió que el emperador de los manchú, Shun Chih, garantizara la independencia completa del Tíbet. La pacificación y desmilitarización de los mongoles por parte de los tibetanos fue una de las mayores transformaciones de la historia.

El XIII Dalai Lama Thubten Gyatso (1876-1933) inició la modernización del Tíbet; pero al comienzo del siglo XX, el coronel británico Younghusband forzó al gobierno tibetano para que aceptara un tratado comercial con India el cual sólo beneficiaba los intereses británicos. Inglaterra envió tropas al Tíbet con la excusa de una creciente influencia Rusa y el Dalai Lama huyó a Mongolia hasta 1911. En 1906 se estableció un tratado bilateral anglo-chino por el cual el imperio chino adquirió el reconocimiento de su soberanía en el Tíbet a cambio del pago de una gran cantidad de dinero a los británicos, quienes retiraron sus tropas. Un años más tarde, en 1907, Inglaterra y Rusia firmaron un acuerdo de no-injerencia en los asuntos tibetanos. Los chinos habían intentado invadir el Tíbet, mas fueron frenados.

 

LA INVASIÓN CHINA

El XIV Dalai Lama Tenzin Gyatso nació en Amdo cerca de China en 1935 y dos años más tarde fue reconocido como la reencarnación del decimotercer Dalai Lama del Tíbet. A causa de la invasión china, tuvo que asumir el poder de su país a los 16 años de edad, el 17 de noviembre de 1950. La República Popular China (RPC) había anunciado que iría a liberar al Tíbet de los invasores extranjeros y reanexionarla a la Tierra Madre un año antes. No obstante, por aquél entonces solamente había seis extranjeros en tierra tibetana. Mao Tse Tung envió 80000 soldados e implantó un programa de mejora de las comunicaciones, también construyó carreteras y aeropuertos con fines militares. La presencia militar y la ocupación era cada vez más represiva.

El 10 de marzo de 1959 surgió una enorme sublevación armada, que fue financiada por la CIA . Los tibetanos, por miedo a que le pasara algo a Su Santidad el Dalai Lama, se sentaron alrededor del Norbulingka, donde éste se encontraba. El Dalai Lama recibió una invitación a un teatro chino con la condición de que fuera sin escolta; últimamente, todos los dirigentes tibetanos que habían aceptado no habían vuelto. Tal fue la petición del pueblo para que el Dalai Lama se fuera, que una noche disfrazado de soldado y sin gafas huyó entre la multitud que rodeaba el palacio y caminó por los Himalayas junto a otros dirigentes hasta llegar a India. El Dalai Lama sigue hasta este día viviendo en Dharamsala, en India. 

 


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