jueves, 13 de noviembre de 2008

RAZONES PARA CREER EN EL RENACIMIENTO



RAZONES PARA CREER EN EL RENACIMIENTO

Narada Mahathera
 

"Recordé mis múltiples vidas anteriores."

Majjhima Nikaya



¿Cómo debemos creer en el renacimiento?

 

El Buddha es nuestra mayor autoridad sobre el renacimiento. En la misma noche de su iluminación, durante el primer tercio de la noche, el Buddha desarrolló el conocimiento retrospectivo que le permitió reconocer sus vidas pasadas. 


"Recordé", dice el Buddha, "mis múltiples vidas anteriores, es decir, un nacimiento, dos, tres, cuatro, cinco, diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, cien, mil, cien mil nacimientos y así sucesivamente".


Durante el segundo tercio de la noche, el Buddha con el ojo divino, vio a los seres falleciendo en unos planos de existencia y reapareciendo en otros. Él contempló a los "seres inferiores y superiores, bellos y feos, afortunados y desafortunados, renaciendo según sus acciones anteriores".[1] 


Éstas son las primeras declaraciones que hizo el Buddha respecto al tema del renacimiento. Las referencias textuales prueban de forma concluyente que el Buddha no tomó prestada de ninguna fuente preexistente esta rigurosa verdad del renacimiento, 
pues nos habla desde su experiencia personal - un conocimiento supranormal, desarrollado por él mismo y que puede ser igualmente desarrollado por otros.[2]


En sus primeras palabras de alegría (udana) tras la Iluminación, el Buddha dice: 



"Por innumerables existencias he transmigrado en el samsara buscando sin encontrar el constructor de esta casa. Nacer una y otra vez es sufrimiento." [3]



En el Dhammacakka Sutta, su primer discurso, el Buddha, comentando la segunda Noble Verdad, declara: "Es este deseo el que produce nuevos renacimientos". El Buddha concluye su discurso con las siguientes palabras: "Éste es mi último nacimiento. 
No hay ya más devenir."[4]


El Majjhima Nikaya cuenta que antes de decidirse a enseñar el Dhamma, cuando el Buddha, movido por la compasión hacia los seres, inspeccionó el mundo con su ojo de un Buddha, contempló seres viviendo con temor a lo que está mal hecho y al otro mundo.[5] 


El Buddha afirma claramente en varios discursos que hay seres que habiendo tenido mala conducta, tras la muerte, reaparecen en lugares de sufrimiento y seres que habiendo tenido buena conducta, reaparecen tras morir en un buen destino. 


Además de las historias muy interesantes del Jataka, que narra vidas anteriores del Buddha y que son de relevancia moral, el Majjhima Nikaya y el Anguttara Nikâya hacen referencias incidentales a alguna de las vidas anteriores del Buddha. 


En el Ghatikara Sutta[6] el Buddha cuenta al venerable Ananda que él nació como Jotipala, en tiempos del Buddha Kassapa, su inmediato predecesor. El Anathapindikovada Sutta[7] narra una visita nocturna de Anathapindika al Buddha, inmediatamente después de su renacimiento como deva. En el Anguttara Nikaya, [8] el Buddha hace 
referencia a su anterior nacimiento como Pacetana "el que gira la rueda". En el Samyutta Nikaya el Buddha cita los nombres de algunos Buddhas que le precedieron.


Una inusual referencia directa sobre los que ya han partido (han muerto) aparece en el Parinibbana Sutta.[9] Aquí, el Venerable Ananda deseaba conocer por boca del Buddha el estado futuro de varias personas que habían muerto en una aldea concreta. El Buddha describió pacientemente sus futuros destinos. 


Fácilmente se pueden tomar del Tipitaka muchos más ejemplos para mostrar que el Buddha expuso la doctrina del renacimiento tratándola como una auténtica verdad.[10]


Siguiendo las instrucciones del Buddha, sus discípulos también desarrollaron este conocimiento retrospectivo y fueron capaces de contemplar un número limitado, aunque amplio, de sus vidas anteriores. El poder y capacidad del Buddha a este respecto era ilimitado. 


Ciertos Rishis Indios anteriores al nacimiento del Buddha, también se distinguieron por tales poderes supranormales como la clariaudiencia, clarividencia, telepatía, telestesia y otros muchos.


Si bien la ciencia todavía no tiene conocimiento de estas facultades supranormales, según el Buddhismo, hombres con capacidad de concentración mental muy desarrollada cultivan estos poderes psíquicos y contemplan su pasado, del mismo modo que alguien 
recordaría hechos pasados de su vida presente. Con su ayuda, independientemente de los cinco sentidos, se convierte en posible la comunicación directa de los pensamientos y la percepción directa de otros mundos.


Algunas personas extraordinarias, especialmente en su infancia, desarrollan espontáneamente, conforme a las leyes de asociación, la memoria de sus vidas pasadas y recuerdan fragmentos de sus vidas anteriores.[11] "Se decía que Pitágoras recordaba claramente 
que un escudo que había en un templo griego, había sido llevado por él en una encarnación anterior durante el asedio a Troya."[12] De algún modo u otro estos asombrosos niños pierden posteriormente esa memoria, de forma similar a lo que ocurre con muchos niños prodigios. 


Experimentos de algunos reputados psicólogos modernos, fenómenos con fantasmas, comunicación con espíritus, alternativas y múltiples personalidades extrañas también arrojan algo de luz sobre esta cuestión del renacimiento. 


Los "Versos de los Theras" (Theragatha) nos ofrece un interesante relato acerca de un brahmín llamado Vangisa, "que consiguió gran reputación como maestro gracias a su arte de dar golpecitos sobre los cráneos con las uñas de sus dedos y reconociendo de este modo dónde habían renacido sus anteriores ocupantes (del cuerpo muerto)". 


A veces ciertas personas exhiben diferentes personalidades en el transcurso de sus vidas. El profesor James cita algunos casos notables en su "Principles of Psychology". (Ver F.W.H. Myers, "Human Personality and its survival of bodily Death"). El Visuddhimagga menciona un interesante incidente referente a un deva entrando en el cuerpo de un hombre común. (Ver "The Path of Purity, I, p.48).


El propio autor ha conocido personas que eran usados como médium por seres invisibles para transmitir sus pensamientos, y otros que estaban realmente poseídos por espíritus malignos. Cuando estaban bajo estado hipnótico, hablaban y hacían cosas de las cuales eran totalmente inconscientes y no podían recordar posteriormente. 


Hay personas que pueden relatar experiencias de sus vidas pasadas bajo estado hipnótico, mientras que otras pocas, como Edgar Cayce de América, son capaces no solo de reconocer las vidas anteriores de otras personas, sino también de curar enfermedades.[13] 


El fenómeno de las personalidades secundarias debe ser explicado de estas dos formas, o como remanentes de experiencias personales anteriores o como "posesión por parte de un espíritu invisible". La primera explicación parece más razonable, pero la otra no puede ser totalmente rechazada. 


Cuántas veces nos encontramos con personas que nunca antes hemos visto, pero que percibimos instintivamente que nos resultan familiares. Cuántas veces visitamos lugares y nos sentimos instintivamente sorprendidos porque estamos perfectamente familiarizados con esos parajes. Fueron tales experiencias las que llevaron a Sir Walter Scott a la capacidad sensorial de la metempsicosis. Su biógrafo, Lockhart, 
cita en su "Life of Scott" (La Vida de Scott) las siguientes notas registradas el 17 de Febrero de 1828 en el diario de Scott : 


"No estoy seguro de si vale la pena decir que ayer a la hora de comer, estaba extrañamente inundado por lo que yo llamaría la sensación de preexistencia, una idea desconcertante en la que se tiene la impresión de que nada de lo que ocurrió fue dicho por primera vez, de que se trataron los mismos asuntos y de que las personas habían manifestado las mismas opiniones sobre ellos. La sensación era muy fuerte, algo parecido a los llamados espejismos del desierto y la fiebre de los marinos." 



"Bulwer Lytton describe estas misteriosas experiencias como unos extraños tipos de memoria interna y espiritual que a menudo nos revocan lugares y personas que nunca antes habíamos visto, y que los Platonistas explicarían diciendo que es la conciencia forcejeante y no extinta de una vida anterior." ( H.M. Kitchener, "The Theory of Reincarnation", p. 7).


Asimismo, el propio autor se ha encontrado con algunas personas que recuerdan fragmentos de sus nacimientos pasados y también a un distinguido doctor en Europa que hipnotiza a los sujetos y les hace describir alguna de sus vidas anteriores. 


El comentario al Dhammapada cuenta la historia de un marido y su mujer que, viendo al Buddha, se postraron a sus pies y le saludaron diciendo, "Querido hijo, ¿no es la obligación de los hijos cuidar de su madre y de su padre cuando se han hecho ancianos? ¿Por qué has estado ausente durante tanto tiempo? Ésta es la primera vez que te hemos visto." 


El Buddha atribuyó este súbito arranque de amor paternal al hecho de que ellos habían sido sus padres varias veces durante sus vidas anteriores y añadió:



"Es gracias a asociaciones previas o a los beneficios presentes 
que el antiguo amor surge de nuevo como lo hace el loto en el agua."
 [14]



A veces surgen en el mundo personalidades muy desarrolladas y seres completamente despiertos como los Buddhas. ¿Es posible que se hayan desarrollado repentinamente? 
¿Pueden ser el resultado de una sola existencia?


¿Cómo podemos explicar personalidades como las de Confucio, Panini, Buddhaghosa, Homero y Platón, hombres de genio como Kalidasa, Shakespeare, niños prodigios como Ramannujana, Pascal, Mozart, Beethoven y muchos otros? 


¿Podrían ser excepcionales si no hubiesen llevado nobles vidas y adquirido experiencias similares en el pasado? ¿Es por simple casualidad que ellos naciesen de esos padres en particular y situados bajo aquellas circunstancias favorables? 


Los niños prodigios también parecen ser un problema para los científicos. Algunos médicos mantienen la opinión de que los prodigios son el resultado de disfunciones glandulares, especialmente la pituitaria, la pineal y la glándula adrenal. La hipertrofia extraordinaria de las glándulas de ciertos individuos puede también deberse a una causa kammica previa. Pero, ¿cómo se explica que, por la mera hipertrofia de glándulas, Christian Heineken pueda hablar al cabo de pocas horas de su nacimiento, repita pasajes de la Biblia a la edad de un año, responda cualquier cuestión de geografía a los dos años, hable Francés y Latín a los tres y sea un estudiante de filosofía a los cuatro? ¿Cómo John Stuart Mill puede leer Griego a la edad de tres años? ¿Cómo Macaulay puede escribir una historia mundial a los seis años? 
¿Cómo William James Sidis, un prodigioso niño de los Estado Unidos, puede leer y escribir a los dos años y hablar Francés, Ruso, Inglés, Alemán con un poco de Latín y Griego a los ocho años? ¿Cómo Charles Bennet de Manchester puede hablar en varios lenguajes a la edad de tres? Éstos son hechos prodigiosos incomprensibles 
para los no científicos.[15] Y tampoco explica la ciencia porqué las glándulas deben hipertrofiarse tan sólo un poco y no totalmente. El problema real sigue sin resolverse.



La herencia por si sola no puede explicar los prodigios, "de lo contrario la ascendencia conocería a su descendencia, en cualquier grado más elevado que el que podrían demostrar sobre sí mismos." 


La teoría de la herencia debe ser complementada por la doctrina del kamma y el renacimiento para una adecuada explicación de estos confusos problemas.


¿Es razonable creer que el actual lapso de vida es la única existencia entre dos eternidades de felicidad y miseria? Los escasos años que permanecemos aquí, a lo sumo un centenar de años, son realmente una inadecuada preparación para la eternidad. 


Si alguien cree en el presente y en el futuro, es lógico creer en el pasado.


Si hay razones para creer que hemos existido en el pasado, entonces seguramente no hay razones para no creer que debamos continuar existiendo después de que nuestra presente vida haya aparentemente cesado. 



"Tenemos que llegar a contemplar al presente con los ojos del niño pasado y con 
los del padre futuro." 
T.H. Huxley.



En verdad es un firme argumento a favor de las vidas pasadas y futuras que Addison dijese:
 
 
 "En este mundo muy frecuentemente las personas virtuosas son desafortunadas 
y las personas viciosas son prósperas."


Nacemos en el estado generado por nosotros mismos. Si, a pesar de nuestra bondad, nos vemos forzados a llevar una vida desafortunada, es debido a nuestro mal karma pasado. Si, a pesar de nuestra maldad, somos prósperos, se debe también a nuestro buen karma pasado. De todos modos, las acciones buenas y malas presentes producirán sus debidos efectos en cuanto tengan la primera oportunidad de madurar. 


Un escritor de Occidente dijo:


"Bien creamos en una existencia anterior o no, ello conforma la única hipótesis razonable que conecta ciertas brechas en el conocimiento humano acerca de hechos de la vida cotidiana. Nuestra razón nos dice que esta idea de nacimientos anteriores y el kamma puede explicar por si sola, por ejemplo, los distintos grados de diferencias existentes entre gemelos, cómo hombres como Shakespeare, con una experiencia 
muy limitada, son capaces de retratar, con maravillosa exactitud, los más diversos tipos de personajes humanos, escenas, etc..., sobre los cuales no podían tener conocimiento real, porqué el trabajo de los genios transciende invariablemente su experiencia, la existencia de niños precoces, y la amplia diversidad de mente y moralidad, de cerebro y psique, de condiciones, circunstancias y entornos observables por todas partes del mundo". 


¿Qué explican el Kamma y el Renacimiento?


Explican el problema del sufrimiento del cual nosotros mismos somos los responsables.

Explican las desigualdades de la humanidad.
 
Explican el surgimiento de genios y niños prodigios.
 
Explican porqué gemelos idénticos que son físicamente idénticos, disfrutando de las mismas condiciones, exhiben características mentales, morales, temperamentales e intelectuales totalmente diferentes.
 
Explican las diferencias entre niños de la misma familia, mientras que la herencia explicaría las similitudes.
 
Explican las extraordinarias habilidades innatas de algunos hombres.

Explican las diferencias morales e intelectuales entre padres e hijos.

Explican cómo los niños desarrollan espontáneamente pasiones tales como la codicia, enojo y los celos.

Explican el hecho de que algo guste o desagrade a primera vista. 
Explican cómo hay en nosotros mismos "una pila de desperdicios de maldad y una casa llena de tesoros de bondad."

Explican los arranques inesperados de pasión en una persona sumamente civilizada, y la repentina transformación de un criminal en un santo.

Explican cómo seres libertinos nacen de padres santos y niños santos de libertinos.

Explican cómo, en un sentido, nosotros somos el resultado de lo que fuimos y seremos el resultado de lo que somos; y cómo, en otro sentido, no somos exactamente lo que fuimos, y no seremos exactamente lo que somos.

Explican las causas de muertes inesperadas y repentinos cambios de suerte. Pero sobretodo, aclaran el surgimiento de seres omniscientes, perfectos guías espirituales como los Buddhas que poseen incomparables características físicas, mentales e intelectuales.

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Traducción española por Marco Antonio Montava con permiso de la Buddhist Publication Society (BPS). Versión original ©Buddhist Publication Society 1997. Este material puede ser reproducido para uso personal, puede ser distribuido sólo en forma gratuita. Traducción española ©CMBT 2001.

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