jueves, 1 de enero de 2009

El rey de las plegarias

El rey de las plegarias

El noble rey de los votos de la conducta de Samantabhadra

¡Reverencia a Mañjushri el juvenil!

¡Oh Leones entre humanos,
budas pasados, presentes y futuros:
hacia tantos de vosotros como existen en las diez direcciones
me inclino con cuerpo, palabra y mente!

¡Sobre ondas de fuerza de este rey
de plegarias por sublimes vías,
con cuerpos tan numerosos como los átomos del mundo
me inclino hacia los budas que impregnan el espacio!

Sobre cada átomo hay un buda
sentado entre incontables hijos de budas:
miro con ojos de fe hacia los Victoriosos
que así llenan el dharmadâtu.

De Estos con océanos sin fin de excelencias,
dotados de un océano de habla maravillosa,
canto alabanzas a la grandeza de todos los budas,
¡una loa a aquellos idos a la bienaventuranza!

Guirnaldas de flores les ofrendo,
bellos sonidos, perfumes supremos,
lámparas de mantequilla e incienso sagrado
ofrendo a los Victoriosos.

Alimento excelente, fragancias supremas,
y una montaña de sustancias místicas tan alta como el monte Meru
dispongo en formación especial
y ofrendo a aquellos que se han conquistado a sí mismos.

Y todas las ofrendas inmaculadas sostengo
en admiración de aquellos idos a la dicha:
con la fuerza de la fe en sublimes vías
me prosterno y hago ofrendas a los Conquistadores.

Largo tiempo bajo el dominio del apego, aversión e ignorancia
incontables males he cometido
con actos de cuerpo, palabra y mente:
todos y cada uno de ellos ahora confieso.

En las perfecciones de los budas y bodhisattvas,
los arhats, los adiestrantes y más allá,
y en la latente bondad de todo ser viviente
me alegro y me regocijo.

¡Oh luces hacia las diez direcciones,
budas que habéis encontrado el desapasionado estado de la Iluminación,
hacia todos vosotros dirijo esta súplica:
girad la incomparable rueda del Dharma!

¡Oh Maestros deseososo de mostrar el parinirvâna:
quedáos con nosotros y enseñad, os ruego,
por tantas eras como hay granos de polvo,
con el fin de traer bondad y gozo a todos los seres!

Que cualesquiera pequeños méritos haya acumulado
por así prosternarme, el hacer ofrendas, el confesar, regocijarme,
y pedir a los budas que permanezcan y enseñen el Dharma,
sean dedicados ahora a la Iluminación suprema y perfecta.

Que mis ofrendas sean recibidas por todos los budas pasados
y por aquellos que ahora moran en las diez direcciones
y que aquellos que aún no han venido,
rápidamente perfeccionen sus mentes y alcancen la Budeidad, el estado de pleno Despertamiento supremo.

Que todos los reinos de budas de las diez direcciones
permanezcan por siempre vastos y completamente puros,
que el mundo sea completamente llenado de budas que han alcanzado la Iluminación bajo sagrados árboles
y que estén todos Ellos rodeados de bodhisattvas.

Que todos los seres vivos en las diez direcciones
moren siempre en la riqueza y la dicha;
que vivan en concordancia con la vía del Dharma
y que todo deseo suyo sea cumplido.

Que por mi vivir en los caminos a la Iluminación
recuerde mis pasadas vidas en todos mis renacimientos,
y en todos los ciclos de muerte, migración y renacimiento,
una sensibilidad por la verdad, cada vez más fuerte crezca en mí.

Que por mi seguir tras las huellas de los budas
perfeccione últimamente los sublimes modos de los bodhisattvas
y practique los sin defecto, no degenerantes, inmaculados
y puros modos del autocontrol.

Que domine todos los lenguajes existentes, incluso aquellos de
los dioses, los yakshas, espíritus y la variedad de los hombres,
así como todos las formas de comunicación de los seres vivos,
para ser capaz de mostrar el Dharma de todas las maneras.

Esforzándome así, y en las perfecciones trascendentes
nunca olvide la mente de bodhi
y que totalmente limpie dentro de mi corriente mental
todas las negatividades y velos mentales.

Que logre libertad del karma, delusión, maras kármicos,
para ser capaz de vivir en el mundo, no afectado por sus máculas,
cual crece en el lodo un loto sin mancha,
y cual el sol y luna brillan sin obstrucción en el cielo.

Por tanto tiempo como haya campos de budas y direcciones
luche por aplacar la miseria de los reinos inferiores,
y coloque a todos los seres únicamente en la felicidad,
y les traiga a todos solamente felicidad y gozo.

Que luche por acabar los caminos de la Iluminación
y more en modos armoniosos con el mundo;
que exponga a los demás las más sublimes vías
y yo mismo more en ellas a través de todas las eras futuras.

Que mis caminos y las vías del bodhisattva
siempre vayan juntas, de la mano:
que en cuerpo, habla y mente me adapte a sus sublimes vías.

Que no me aparte de los amigos buenos,
que revelan el sendero de los modos sublimes
y que sólo desean beneficiarme;
que nunca, ni por un instante, los defraude.

Que constantemente considere a los perfectos budas,
los protectores rodeados por bodhisattvas,
y que en el futuro nunca me extenúe
de consagrarme a ellos con todo mi vigor.

Que por siempre sostenga el sagrado Dharma de los budas
e ilumine la sublime vía a la Iluminación;
que practique a través de todas las eras futuras
los modos de acción del sublime sendero.

Que girando en los variados reinos dela existencia
reúna inextinguible bondad y sabiduría,
y me convierta en inagotable tesoro de calidades
-tales como métodos, sabiduría, samâdhi y la experiencia de un bodhisattva-.

En cada átomo hay campos de budas, incontables cual átomos:
cada campo está lleno de budas más allá del pensamiento,
y cada buda está rodeado por una miríada de bodhisattvas:
atento, me vuelvo hacia todos estos moradores en sublimes vías.

Así, en todos los átomos dentro de las direcciones
mora, en el espacio de un cabello,
un océano de budas dentro de un océano de campos de budas,
ejecutando actividades iluminadas por un océano de eras.

Cada buda con su perfecta habla, exhala
un océano de sonidos con cada palabra que dice,
para satisfacer las infinitamente diversas tendencias de los seres:
así fluye constantemente el habla de un buda.

Todos estos Conquistadores, pasados, presentes y futuros
hacen girar continuamente las ruedas de métodos del Dharma.
Con todas las fuerzas de mi mente busco oír
el inextinguible sonido de Sus palabras.

Que todas las futuras eras que pueda haber
se manifiesten dentro de mí en un sólo instante;
y yo, en una fracción de instante,
ingrese a todas esas eras de los tres tiempos.

A todos los Leones entre los hombres, pasados, presentes y futuros,
veo con la sabiduría instantánea,
y por el poder de los ejemplos de los bodhisattvas
me concentro en los objetos de Su experiencia.

Manifiesto campos de budas, pasados, presentes y futuros,
sobre un simple átomo de la existencia;
y entonces transformo todo átomo
de la existencia en un campo de budas.

Que por esto, cuando las futuras Luces de los mundos
logren eventualmente la bodhi, hagan girar las ruedas del Dharma
y revelen el pasar a la suprema paz del nirvâna,
tome renacimiento en Su misma presencia.

Que alcance los diez poderes: el poder de la emanación mágica instantánea,
el poder que es un vehículo con todas las puertas,
el poder de la actividad excelente,
el poder del amor omnipenetrante,

el poder de la energía constantemente positiva
el poder de la sabiduría desapasionada,
los poderes de conocimiento, método y samâdhi,
y el poder de la Iluminación misma.

Que purifique el poder del karma,
que aplaste los poderes de la delusión,
que vuelva impotentes a los maras poderosos
y que perfeccione los poderes de nobles vías.

Que purifique un océano de reinos,
que libere a un océano de seres sensitivos,
que vea un océano de verdades,
y que comprenda un océano de sabiduría.

Que ejecute un océano de actos perfectos,
que perfeccione un océano de plegarias,
que reverencie a un océano de budas,
y que infatigablemente practique por un océano de eras.

Que a través de mi práctica de los sublimes modos de los bodhisattvas
logre la iluminación de la Budeidad
y entonces colmar la aspiración iluminada y sublime
de los budas del pasado, el presente y el futuro.

Con el fin de igualar los modos del sabio
llamado Samantabhadra, el siempre sublime
jefe de entre los hijos de los Despiertos,
dedico ahora todas las virtudes que poseo.

Tal como el sublime sabio Samantabhadra
dedicó todos las puras prácticas de cuerpo, habla y mente
para el alcance de un puro reino y un puro estado,
así dedico ahora el fruto de todos mis esfuerzos.

Que con el fin de involucrarme en todas las sublimes virtudes,
ofrendo la plegaria de Mañjushri;
que en el futuro no pueda hacerme débil
al luchar por perfeccionar la exaltada vía del bodhisattva.

Que mis actos nunca alcancen un límite,
que mis calidades de excelencia se vuelvan ilimitadas,
y que por el morar en la actividad inmensurable
encuentre la Budeidad, el estado de manifestación ilimitada.

Sin límite es la extensión del espacio,
ilimitado el número de seres sensitivos,
y sin límites son el karma y las delusiones de los seres:
tales son los límites de mis aspiraciones.

Uno podría ofrendar ornamentos supremos de los campos de buda
de las diez direcciones a los Conquistadores,
y también ofrendar las más altas dichas de hombres y dioses,
por eras tan numerosas como los átomos del mundo.

Pero leer u oír este rey de las plegarias
con ojos que miran hacia la suprema Iluminación
y con fe que brille en el corazón, por un instante siquiera,
da nacimiento a mérito mucho más grande.

Quienquiera recite esta aspiracion por sublimes vías
pasará mas allá de todos los estados de dolor;
se levantará por sobre todos los seres inferiores y logrará
una visión de Amitabha, buda de infinita luz.

Incluso en esta misma vida
todas las dichas sublimes serán suyas,
las experiencias del todosublime Samantabhadra,
sin obstrucciones, serán suyas prontamente.

Quienquiera, bajo el poder de la ignorancia,
haya cometido los cinco atroces crímenes,
si recita esta plegaria de Samantabhadra
rápidamente los disolverá, sin traza alguna.

Se volverá uno dotado del conocimiento de la sabiduría,
la belleza, las señas de Iluminación, el buen linaje y raza.
Huestes de maras y tîrthikas no se atreverán a atacarlo a uno,
tan honrado será a través de los tres reinos.

Rápidamente alcanza uno el real árbol de la bodhi,
para sentarse a su sombra para beneficio de todos los seres;
rápidamente uno se despierta a la Iluminación, luego hace girar la rueda del Dharma
venciendo a todos los maras y su hueste.

Meramente por el dar voz a estas aspiraciones
de los modos sublimes de un bodhisattva,
los efectos pueden ser sabidos sólo por un omnisciente buda;
por lo tanto no hay duda que ello conduce a la Iluminación.

Con el fin de seguir los ejemplos excelentes dejados
por la sabiduría del bodhisattva Mañjushri
y por el siempre sublime Samantabhadra,
todas las virtudes dedico a sus ideales sin par.

Todos los Conquistadores pasados por los tres tiempos
han alabado como suprema esta dedicatoria sin par;
por lo tanto yo también rindo todas las raíces de mis actividades
a las metas sublimes de un bodhisattva.

Que cuando llegue el momento de mi muerte
permanezca libre de obscurantismos espirituales;
que pueda percibir el rostro de Amitabha
y transmigrar a Sukhavati, la tierra pura de la dicha.

Que tras llegar allí, colme
todos los anhelos de esta plegaria de aspiraciones
y beneficie a los incontables seres vivientes
que residen a través de las diez direcciones.

Que en el gozoso mandala de buda Amitabha
renazca, de un hermoso loto,
y que ahí tenga el placer de obtener
del propio Amitabha una profecía pura.

Que tras haber obtenido esta profecía,
por el poder de la mente pueda llenar todas las direcciones
con muchos millones de emanaciones místicas
y traer beneficios sin límites para el mundo.

Si por el recitar esta plegaria de las sublimes vías
he acumulado un pequeño fragmento de bondad,
que actúe inmediatamente para colmar
las esperanzas dhármicas de los seres vivientes.

Que a través del mérito que haya adquirido
por mi dedicatoria de los sublimes actos del bodhisattva,
todos los seres vivientes que se ahogan en el torrente del sufrimiento
renazcan en el inmaculado reino del buda Amitabha.

Que este insuperable supremo rey de los Votos
beneficie a todos los infinitos seres migratorios,
y que al cumplirse este texto adornado por Samantabhadra
todas las corrientes de mala fortuna se vacíen.


Colofón:

Este es el Gran Rey de las Plegarias, la plegaria de sublimes vías, completo, también conocido como El noble rey de los votos de la conducta de Samantabhadra. Esta versión es la compilación de varias traducciones pues vimos que algunas traducciones carecen de ciertas estrofas. La mayor parte ha sido extraídas de una traducción por Glenn H. Mullin con Thepo Tulku; las estrofas 51, 52, 53, 62 y 63 han sido adaptadas de una traducción de Martin Willson que se encuentra en el primer apéndice de Shakyamuni Puja: worshipping the Buddha (Londres, Wisdom Publications, 1988). La plegaria entera ha sido ligeramente editada por la Venerable Constance Miller.

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