jueves, 1 de enero de 2009

Himnos a Tara La Liberadora

Himnos a Tara La Liberadora

(c) 1983 Georges Driessens c/o Editions Dharma, Peymeinade, France

Nota preliminar

Tara es la deidad de protección por excelencia. La mayoría de los maestros del pasado han hecho de ella su práctica principal. Es Atisha, de quien era ella la deidad tutelar, quien aseguró la transmisión y la propagación de su culto en el Tíbet, fundamentándose en los escritos del indio Vagisvarakirti, el cual había recibido la visión de la Tara Blanca, una forma de la diosa asociada al crecimiento de la duración de vida. Es Tara quien incitó a Atisha a partir a la búsqueda de un maestro, le aconsejó irse al Tíbet; es ella también quien se había revelado a él en su infancia.

El culto de la Liberadora era el más extendido en el País de las Nieves, sin distingo de escuelas o de rango social. Ella está indiferentemente en ligamen con todos los seres sin que un ligamen kármico particular sea necesario, como es el caso de otras deidades. Nuestro ejercicio del bien es una actividad de los Buddhas y, entonces, de la Liberadora, puesto que ella es la encarnación de su principio activo.

El texto canónico más importante que le está consagrado es el "Tantra de los actos variados de la Liberadora, madre de todos los Tathagatas" (Sarvatathagatamatanitarevishvakarmabhavatantra), un Tantra de la Acción en el cual se encuentran los "Veintiún homenajes" de que se leerá una traducción en este volumen. Estos "Veintiún homenajes" son recitados en casi toda evocación de la diosa.

La Tara Verde es la forma original de la deidad, su aspecto específico de protección. Nosotros presentamos una alabanza compuesta por el Primer Dalaï Lama, Gedündrub, del que se dice que no emprendía ninguna acción sin haber previamente rogado a la Liberadora.

En fin, un corto texto de Taranatha -quien contribuyó largamente a la propagación de sus Tantras- divulga el génesis de la Liberadora y de su culto.

Bibliografía:
Beyer, Stephan: The cult of Tara; magic and ritual in Tibet; University of California Press, CA 1973
Chattopadhyaya, Alaka: Atisha and Tibet; Indian Studies Past and Present, Calcutta 1967

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El rosario de oro

Narración que elucida las fuentes de los Tantras de la Liberadora,

según Taranatha (1573-1634)


Om svasti namo guru

Homenaje al Maestro;
homenaje a todos los fenómenos en todos los tiempos desprovistos de existencia real;
homenaje a aquella cuya gran compasión abraza toda cosa;
homenaje a la Suprema Liberadora de todos los seres;
homenaje a ti, Liberadora, Madre de los Vencedores.

Otrora, en una época sin comienzo, en el universo "Luces Múltiples" apareció un Tathagata Vencedor Transcendente llamado "Sonido de Atambor". En esa época, vivía igualmente una princesa, "Luna de Sabiduría", quien reverenciaba profundamente su enseñanza. Cada día, durante un billón de años, hizo ella ofrendas al Buddha y a su asamblea de Aspirantes al Bien, Auditores, Realizadores solitarios y Bodhisattvas innumerables, cubriendo enteramente las diez direcciones del espacio con joyas y objetos preciosos, por una distancia de ocho mil metros.
Finalmente, desarrolló ella el espíritu de Vigilia por vez primera. Entonces, los monjes le dijeron: "Gracias a esta raíz de bien, si deseas obtener un nacimiento masculino y obrar por la Doctrina tus plegarias serán colmadas. También sería bueno que así actuases." De seguido a esto respondió ella:
"-No hay hombre
No hay mujer
No hay sí [mismo]
Ni nadie
Ni conciencia;
Lo que se llama "hombre" y "mujer" es sin esencia.
Los mundanos de pobre inteligencia alucinados están-."
Luego añadió:
"-Numerosos son los que, dotados de un soporte masculino, aspiran al Despertar; mas, mujer que actúe por el bien de los seres, no hay una. Así pues, hasta que la existencia cíclica sea vaciada ejecutaré el bien de los seres bajo un femenino aspecto-."
Tal fue su resolución. Durante un billón de años ella permaneció en el palacio real y, a la vez que gozaba hábilmente de los placeres sensuales, cultivó las absorciones meditativas y obtuvo la "paciencia en los fenómenos no-natos" y la absorción llamada "liberación de todos los seres". Por la fuerza de esta concentración, a un billón de seres cada mañana liberó ella del espíritu mundano y no absorbió ningún alimento hasta tanto que no fuesen igualmente establecidos en la paciencia en los fenómenos no-natos (haciéndoles realizar la ausencia de existencia real de las cosas). Ella actuó igual cada tarde. A partir de ese momento, fue denominada de otra manera y llamada "Liberadora" (Tara).
Entonces, el Tathagata "Sonido de Atambor" profetizó: "Hasta que manifiestes el Despertar incomparable, serás conocida únicamente bajo el nombre de Diosa Liberadora."
Durante el período cósmico Vibuddha -"Extremamente extendido"-, hizo ella ante el tathagata Amoghasiddhi el voto de proteger y guardar de todos los peligros a los seres de las infinitas esferas de las diez direcciones. Permaneciendo en la absorción "destrucción de todos los demonios", cada día durante noventa y cinco períodos cósmicos, estableció ella, perfectamente, cien billones de seres en los recogimientos meditativos y, durante la noche, disciplinó ella un billón de "Señores controlantes de las emanaciones de los demás". Ella fue llamada "Liberadora", "(Liberadora del) Dolor", "Pronta" e "Intrépida".

Durante el período "Ausencia de Obstáculos" un monje de nombre "Brillantez Inmaculada" fue iniciado por los rayos luminosos de la gran compasión de todos los Tathagatas de las diez direcciones y devino el Superior Avalokiteshvara. En esta época, las cinco clases de Tathagata y todos los Buddhas y Bodhisattvas confirieron la iniciación "Grandes Rayos de Luz", la esencia de la sabiduría. Los primeros y segundos rayos se transformaron respectivamente en padre y madre y de su unión apareció la Diosa Liberadora; surgiendo del corazón de Avalokiteshvara, colma ella los pensamientos de todos los Buddhas y protege a los seres de los ocho y dieciséis temores.
Apareció ella, además, durante el período cósmico "Excelente", en el momento de la venida del Tathagata "Hálito Inmaculado".
Durante la era Asanka, iniciada por todos los Tathagatas de las diez direcciones devino ella la madre de todos los Buddhas.
Todo esto ocurría en tiempos inmemoriales.
Durante la presente edad, el Superior Avalokiteshvara, en el seno de una asamblea sin límites de innumerables Buddhas, Bodhisattvas, dioses, espíritus-serpiente y demonios, dispensó desde la Montaña del Potala, diez millones de Tantras de la Liberadora. Durante la primera parte de este kalpa, se dice que actúa él exclusivamente por el bien de las seis clases de seres. Durante la segunda, al declinar la Doctrina, apareció un Tantra de seiscientos mil slokas. Durante la tercera, al continuar por debilitarse la Doctrina, apareció un Tantra de doce mil slokas y, en fin, en esta edad de conflictos, un Tantra de mil slokas concerniente a la Liberadora fue revelado. Más precisamente, estos Tantras fueron proclamados igualmente por nuestro Maestro (Shakyamuni). El Tantra explicativo "Secreta Gota de las Dakinis" explica:
"Los Tantras fueron enseñados por el León de los Shakya
En la cima de la Montaña Potala."

He aquí el relato narrado por los maestros antiguos: "Nuestro Maestro, deseando mostrar a los seres los actos de un Buddha, entró en la Esencia del Despertar y rayos luminosos salidos del espacio situado entre sus cejas se diseminaron en todos los lugares habitados por demonios. En el momento en que sus ejércitos fueron tocados por esta luz, la Liberadora se carcajeó ocho veces, abatiéndoles y provocando su desvanecimiento. Luego, el Maestro tomó el aspecto del Inmutable Enfurecido y les venció por medio de la absorción "Que aplasta al maligno". Además, de la Buddheidad perfectamente manifiesta en la Esencia del Despertar, se unió al Tathagata Akshobya. La Liberadora presentó ofrendas y enseñó El sus Tantras en detalle. Igualmente, habiendo revelado de manera profundizada los diagramas místicos de las seis clases de Vencedores, con el fin de impedir el declinamiento de los Tantras Explicativos pensó exponerlos a las seis clases de seres. En compañía de una asamblea de Buddhas y Bodhisattvas fue al Potala, inició numerosas deidades, espíritus-serpientes, espíritus malhechores, músicos celestiales y, habiéndoles explicado el Vehículo tántrico, les estableció en {diversas} realizaciones.
Finalmente, confió los Tantras a Vajrapani y se fue a lChang lo can y a otros lugares habitados por los Tenientes del Conocimiento. Con miras a evitar la decadencia de los Tantras en el mundo de los humanos, bajo el aspecto del rey Indrabhuti, {una forma de} Vajrapani, compuso textos tántricos y les escondió en el lugar llamado "Tesoro del Dharma". Se dice que fueron puestos en práctica por los Héroes y las Yoginis.
En general, el Vehículo de los Tantras es conocido como "La Enseñanza de los Seis Hálitos"; presentemente, es dicho ser "La Enseñanza de Heruka". Por la consulta de los textos tántricos la presentación de los Seis Hálitos será clarificada.


¿De qué manera los Tantras de la Liberadora aparecieron en este mundo?. Algo después de tres siglos después del paso del Vencedor y con posterioridad al tercer concilio de los Oyentes, la mayor parte de los Discursos del Gran Vehículo que se encontraban en las regiones de los dioses, los espíritus-serpientes, los espíritus malhechores, los músicos celestiales y otros demonios, aparecieron en diversas comarcas de la India. Como para con los textos llamados "nacidos-por-si-mismos", que se propagaron simultáneamente. Monjes enseñantes de pura conducta que habían recibido la "paciencia en los fenómenos no-nacidos" tuvieron las visiones de Manjushri, Avalokiteshvara y Manjushri, entre otros. Sobrevinieron los quinientos maestros de la escuela Yogac[h]ara y los ocho grandes maestros Madhyamika. En la misma época, los Tantras de la Acción, de la Conducta, del Yoga, del método del Incomparable Vehículo y numerosos Tantras de sabiduría se difundieron. Quienes habían recibido la visión de Vajrasattva y de Guhyapati {Vajrapani} los revelaron a los afortunados discípulos y se dice que no hay uno solo entre los que escucharon tales enseñanzas que no obtuviera realizaciones.
En el este, en Bhagala, el rey Harichandra y las mil personas de su corte obtuvieron el "Cuerpo de Unión". En Odivisha, el rey Munja y las mil personas de su corte, la "Estadía de los Tenientes del Conocimiento". En el oeste, en Malawar, el rey Bhojadeva y su corte de un millar de personas realizaron el cumplimiento "Invisibilidad". En el sur, en Kongkuna, el rey Haribhadra y su cortejo innumerable actualizaron "la Realización de las Píldoras".
Durante alrededor de un siglo o dos, más de cien mil personas llegaron a {diversas} realizaciones. Sin embargo, se dice que, con el fin de proteger continuamente el secreto durante todo el período precedente a su realización, su ascesis permaneció desconocida por todos. En aquellos tiempos, incluso aquellos que no pudieron cumplir la Venerable y Superior Liberadora recibieron, no obstante, su visión, en virtud de su inmensa compasión."


La Diadema de los Sabios

Himno a la Tara Verde
por Gyelwa Gedüngrub, Primer Dalaï-Lama

Homenaje al Potente, Superior, Avalokiteshvara.

1
Me inclino ante la Liberadora
cuyos pies de loto son adorados
por Surya, Vishnu, Ganesh, Brihaspati, Brahma,
Ishvara, Indra y los otros dioses coronados.

2
Por la fuerza de la gran piedad de Avalokiteshvara
la sabiduría, la compasión y el poder de los Vencedores de los tres tiempos
son revelados en la deidad de acción de sublime belleza.
Me inclino a los pies de la Liberadora, que protege de toda pobreza.

3
Sobre el loto puro de la esfera de la vacuidad-
de color [de] esmeralda, con un rostro y dos brazos-, ella está sentada.
Homenaje a aquella, juvenil y desarrollada, la pierna derecha abierta
y la izquierda plegada -[lo] que es la unión de la sabiduría y del método.

4
Tu opulente pecho es un tesoro de dicha inmaculada,
tu rostro de luna es iluminado por una sonrisa radiosa
y tus anchos ojos compasivos tienen una expresión serena:
me inclino ante tí, Beldad del Bosque de Palisandros.

5
Homenaje a tí, cuya mano derecha, delicada,
igual a un árbol de turquesas que desplegara sus ramas,
forma el gesto del don sublime
como si ella invitase [a] los sabios al festival de la realización suprema.

6
Me inclino ante tí, cuya mano izquierda en el gesto que simboliza las tres Raras Perfecciones
concede el refugio y parece decir:
"-¡Oh vosotros, que vivís de centenares de espantos,
no temáis nada, pues os protegeré sin demora!-"

7
Me inclino ante ti, cuyas dos manos ornadas con un loto azul
son iguales a un látigo que incitara a todos los seres al esfuerzo:
"-¡No os apeguéis a los placeres de la existencia
y penetrad en la ciudad de la Gran Liberación!-"

8
Me inclino ante tí, quien has vencido al Señor de la Muerte,
tú, quien eres coronada por Amithaba, radiante como el rubí;
en postura de meditación sostiene él el jarrón colmado de néctar
y confiere la realización de la inmortalidad.

9
Homenaje a ti, cuyas galas-
reunión de todos los esplendores-, raptan el espíritu;
joyas que colman los deseos de inconcebibles deidades,
obra de los artesanos celestes que son las dos colecciones.

10
Me inclino ante aquélla, quien es
idéntica a una montaña de esmeralda[s], vestida de arco iris;
ella, cuyo busto es revestido por sedas celestes
y la esbelta cintura ceñida por el vestido pañcalika.

11
Me inclino ante Asokakanta (Marîci) a su derecha,
de expresión apacible, de color oro, radiante de una luz solar
y Mahaci[a]natara (Ekâjati) a su izquierda, color del espacio
de una belleza resplandeciente, encolerizada y lasciva.

12
Homenaje a aquella, cuyo espacio está lleno
de miríadas de diosas portadoras de innumerables ofrendas: -
Parasoles, abanicos, laúdes y flautas-
y expertas en [las] danzas y en las seis clases de cantos.

13
Los paredros de Vishnu, Indra, Ishvara,
y los millares de deidades inmortales y encantadoras
adquieren con pena (la belleza) de tus sirvientas;
¡Homenaje a tu cuerpo exquisito de diosa!

14
Homenaje a aquella, quien de[sde] la inmensa y vasta nube de compasión
propaga con sabiduría -en todos los lugares sobre la tierra que constituyen los discípulos-
la lluvia del Dharma de ocho ramas,
trueno de la dulce y pura melodía de tu palabra.

15
¡Homenaje a aquella que ha concluído el conocimiento!
¡Oh tesoro (igual a) un océano de virtudes, que percibe todos los cognocibles!
¿Quién tiene el poder de describirte tal como tú eres,
(Tú, cuyo) espíritu posee las diez fuerzas y la sabiduría sin obstáculo?

16
Homenaje a aquella que ha ultimado el amor compasivo,
alcanzado la quietud, mas queda animada de piedad.
Con una compasiva mano, ella conduce (fuera del ciclo)
[a] los seres inmersos en un océano de sufrimiento.

17
Homenaje a aquella, que ha concluido la acción;
su actividad pacificadora, de incremento, potente y coercitiva
incesante como las olas de un océano,
se prosigue espontáneamente y sin interrupción.

18
Homenaje a aquella de acabadas capacidades;
en el momento en que se evocan tus pies,
Tú proteges de los espíritus elementales, de los ocho sufrimientos terroríficos
y de los miedos (ligados) a los velos a la Liberación y a la Omnisciencia.

19
¡Oh tú, digna de ser un refugio!
Protege prestamente de todo temor a los seres,
de las epidemias, espíritus maléficos, muertes prematuras,
pesadillas y otros malos presagios.

20
Protégeme del terrible león del orgullo
que reside en la montaña (constituída por) la vista de una existencia real
([en] donde) considerándome superior a los otros, (inflado de) suficiencia,
bajo sus garras les aplasto.

21
Protégeme del terrible elefante de la ignorancia
que el acicate de la memoria y de la vigilancia no ha domado
y que, oscurecido por el alcohol de los placeres sensuales
me conduce sobre vías erróneas hacia los colmillos acerados del dolor.

22
Protégeme del terrible fuego del odio
que activa el aire de la actividad incorrecta
y tiene el poder de quemar el bosque del bien
en el remolino de las nubes de humo de una nefasta conducta.

23
Protégeme de la terrible serpiente de la envidia
cuyo veneno se propaga en un instante
y que, apegada al oscuro nido de la ignorancia,
no puede soportar la visión de la prosperidad de otro.

24
Protégeme de las vistas erradas, ese terrible ladrón
que destruye los monasterios y las ciudades del gozo y del bien
Y crea las soledades pavorosas de una disciplina mediocre
y el desierto de las vistas de eternalismo y nihilismo.

25
Protégeme de las terribles cadenas de la avaricia,
cerradas con el cerrojo -tan difícil de abrir- de la sed,
que retienen impotentes [a] los seres
en la intolerable prisión de la existencia cíclica.

26
Protégeme de las terribles aguas del apego
que arrastran a las corrientes -difíciles de atravesar- del ciclo
y, bajo la influencia del violento viento de las acciones,
activan las olas del nacimiento, de la vejez, de la enfermedad y de la muerte.

27
Protégeme de la duda, ese terrible antropófago
que se desplaza en el espacio tenebroso
y asalta a los aspirantes al bien último,
ese demonio que interfiere en la vía hacia la liberación.

28
¡Haz que por el poder de estas plegarias y de esta alabanza -a tí dirigidas-
las circunstancias adversas a la realización de la Santa Doctrina sean pacificadas
y que las circunstancias favorables: larga vida, méritos, gloria y prosperidad,
se cumplan según nuestros deseos!

29
¡Que puedan todos los seres ser conducidos al sublime campo de Sukhâvati
y, socorridos por Amitabha,
tocar rápidamente la tierra de la Buddheidad
sin encontrar ninguna de las cien dificultades!

30
¡Que pueda siempre recordar mis existencias;
que jamás pueda ser separado del espíritu de Vigilia
y aplicarme, con una perseverancia ininterrumpida como el curso de un río
a las grandes olas de la actividad de los Hijos de los Vencedores!

31
¡Que jamás pueda desear un provecho personal
y [que pueda] permanecer únicamente concernido por el bien de otros;
que pueda reunir las condiciones para esta realización:
ojo (divino), conocimientos superiores, habilidad para enseñar, paciencia, etcétera!

32
¡Que nunca pueda faltar de valor para la propagación en esferas infinitas
de todas las santas enseñanzas de los Vencedores
Y que, con el fin de realizar constantemente el bien de los seres,
pueda obtener holgadamente el rango de Vencedor!


Este himno a la Venerable Bhagavâti Khadiravâni, "La del Bosque de Palisandros", llamado "Diadema de los Sabios", ha sido compuesto por el monje budista dGe'dun grub dpal bzang, después de haber él rogado largamente a Tara, en la Ermita del Gran Despertar, en Theg chen pho brang.

§


Himno a las veintiún Liberadoras
Pronunciado por el Buddha Vairochana

Namo Arya Tarayé
Homenaje al Superior Avalokiteshvara, Potente Tesoro de Compasión.

En la sublime estancia del Potala
apareciste de la letra TAM verde;
por los rayos de luz de TAM libras a los seres:
¡Oh Liberadora, y tu cortejo, acercáos!

A tus pies de loto dioses y dioses celosos
inclinan sus aureoladas frentes;
rindo homenaje a la Madre, la Liberadora
que libra de todos los infortunios.

Me prosterno con una fe total
ante la Liberadora, noble y venerable,
y todos los Vencedores y sus Hijos,
residentes en los tres tiempos y las diez direcciones.

Ofrendo, en realidad y en imaginación,
flores, incienso, luces y perfumes,
alimento, bebidas y músicas;
y suplico a la asamblea de los Superiores aceptarlos.

Confieso todas las faltas:
las diez acciones nocivas y los cinco crímenes atroces
(cometidos con) el espíritu bajo el imperio de las distorsiones,
desde un tiempo sin comienzo hasta este día.

Me regocijo por los méritos y virtudes
-cualesquiera que sean- acumulados en los tres tiempos
por los seres ordinarios, los Oyentes,
los Realizadores solitarios y los Bodhisattvas.

¡Oh Budas, haced girar la Rueda de la Doctrina
del Pequeño y del Gran Vehículo
según las especificidades
y las disposiciones de los seres!

¡Oh Budas, posad vuestra mirada sobre los seres
zambullidos en un océano de sufrimientos
y, por compasión, no entréis en el nirvâna
antes que la existencia cíclica sea vaciada!

¡Que los méritos (así) acumulados
devengan la causa del Despertar!
¡Que pueda, sin demora,
(adquirir) el esplendor del Guía de los Seres!



Himno a las veintiún Liberadoras

OM ¡Homenaje a la noble y venerable Liberadora!

Homenaje a TARE, pronta e intrépida,
ella, quien por TUTTARE disipa los temores
y por TURE confiere todos los beneficios.
Me inclino ante tí, la sílaba SVAHA.

1
Homenaje a la Liberadora, pronta e intrépida,
de ojos vivos como el relámpago,
aparecida en la corola abierta de un loto,
nacida de una lágrima sobre el rostro del Protector de los tres mundos.

2
Homenaje a aquella, cuyo rostro (es igual)
a las irradiaciones de cien lunas llenas otoñales,
flamígera (con la unión) de los haces luminosos
de millares de estrellas.

3
Homenaje a aquella de cuerpo azul-oro,
de mano perfectamente ornada con el loto nacido en la onda,
ella, que (nace de) la esfera de actividad de la generosidad, la ascesis, la paciencia,
la perseverancia, la meditación y la paz.

4
Homenaje a aquella, quien desde lo alto de la cabeza de los Tathâgatas
goza la victoria completa e infinita.
Muy venerada por los Hijos de los Vencedores,
que ha acumulado todas las perfecciones trascendentes.

5
Homenaje a aquella que por TUTTARA HUM
llena (el mundo del) deseo, las direcciones y el espacio
y, teniendo a sus pies estos siete mundos,
tiene el poder de cautivarles.

6
Homenaje a aquella a quien Indra, Agni, Brahma,
Vayu y diversos señores adoran;
que es alabada por los espíritus elementales, los zombis,
los músicos celestiales y los espíritus traviesos, juntos.

7
Homenaje a aquella que por medio de TRAT y PHAT
trastroca completamente las maquinaciones de los adversarios;
[con] la pierna derecha replegada y la izquierda abierta, (ella los) somete
y los consume con un fuego intenso y guerrero.

8
Homenaje a la aterrorizante (que por) TURE
triunfa sobre los demonios (más) tenaces;
[con] su rostro de loto arrugado por la ira,
ella aniquila a todos los enemigos sin excepción.

9
Homenaje a aquella cuyos dedos adornan el corazón
en el gesto que simboliza las Tres Raras Perfecciones;
el flujo de luz (emanado) por la rueda que orna (su mano)
hace temblar todas las direcciones.

10
Homenaje a aquella que difunde la felicidad
y cuya diadema resplandece con guirnaldas de luces;
carcajeándose en la expresión de dicha TUTTARA,
ella somete al Demonio y los universos.

11
Homenaje a aquella misma, que tiene el poder de aunar
la asamblea entera de los protectores de la Tierra;
por la letra HUM (de su aspecto) agitado, arrugado de ira,
ella libra de todos los infortunios.

12
Homenaje a aquella que flamea desde su diadema en creciente lunar,
desde todos sus adornos
y trasunta con una luz inagotable
salida de Amitabha en medio de su abundante cabellera.

13
Homenaje a aquella que reside en medio de una guirnalda en brasas
semejante al fuego del final de un período cósmico;
[con] la pierna derecha abierta y la izquierda replegada ella somete por todos los medios
a las tropas enemigas (de aquellos) que encanta la Proclamación (del Dharma).

14
Homenaje a aquella que con el pie y la palma
golpea la superficie de la Tierra;
irritada, ella subyuga
por la sílaba HUM los siete niveles (del mundo subterráneo).

15
Homenaje a aquella que es felicidad, virtud y paz
y cuya esfera de gozo es la quietud y el más allá del sufrimiento;
perfectamente dotada de OM y SVAHA
ella destruye los grandes errores.

16
Homenaje a aquella que aniquila el cuerpo de los enemigos
(de aquellos) encantados por la Proclamación (del Dharma);
ella, que libera por medio de las diez sílabas
y del mantra del conocimiento dispuesto (alrededor de la letra) HUM.

17
Homenaje a TURE (la Pronta, nacida) del germen (que tiene) el aspecto de HUM;
martillando con el pie
ella hace trepidar los tres mundos
y las montañas Sumeru, Mandara y Vindhya.

18
Homenaje a aquella que tiene en su mano (la luna) -cuyo aspecto (igual) a un lago celestial
porta el emblema de la liebre-;
recitando dos veces TARA, y luego PHAT,
ella disipa todos los venenos.

19
Homenaje a aquella que es venerada por los reyes de los dioses, los dioses y los kînnara;
enteramente (revestida) con su armadura (de mantras),
radiante de alegría,
ella aparta querellas y malos sueños.

20
Homenaje a aquella deslumbrante de claridad,
de ojos abiertos (como) el sol y la luna;
pronunciando por dos veces HARA y luego TUTTARA,
ella elimina las más terribles epidemias.

21
Homenaje a aquella, quien por el arreglo de las tres (sílabas OM AH HUM)
está perfectamente dotada del poder de apaciguamiento;
sublime y excelente, ella vence rápidamente
a los demonios, los zombis y otros espíritus malhechores.

*

A aquél que la recite, al crepúsculo y al alba al levantarse,
con aplicación, confianza, e inteligencia
y una pura veneración hacia la Divinidad,
esta alabanza con los mantras fundamentales
y los veintiún homenajes
dará toda protección,
apaciguará [de] todo error
y disolverá toda (posibilidad) de existencia infortunada.

Será rápidamente iniciado por
setenta millones de Vencedores
y, habiendo obtenido una condición mejor,
llegará a la última Buddheidad.

Ya sea que se los haya bebido o comido,
los obstáculos a estos (beneficios), los venenos violentos e intensos,
sólidamente fijados (en el mundo) o (en) los seres,
serán aniquilados por la evocación de (la Deidad).

(Este himno) aleja completamente los tormentos
que nos infligen demonios, epidemias y venenos.
Igual es para con los demás seres.

Quien lo recite dos, tres o siete veces,
recibirá un hijo si desea un hijo,
riquezas, si desea riquezas,
satisfará todos sus deseos
sin (encontrar) obstáculos, al ser aniquilado cada uno de ellos.

OM TARE TUTTARE TURE SVAHA.

Este himno a los veintiún aspectos de Tara es extracto del tercer capítulo del «Tantra de los Variados Actos de la Liberadora Madre de Todos los Tathagatas» (Sarvatathagatamatanitarevishvakarmabhavatantra, De bzin gcegs pa thams cad kyi sgrol ma las sna chogs 'byung ba'i rgyud).

Nota [de los traductores al francés]: Esta traducción ha sido establecida con fundamento en el "Manojo de Lotos Encantadores", una explicación de los Veintiún Homenajes a la Liberadora, un comentario del monje Dharmabhadra compuesto con base en las exégesis de diversos maestros tibetanos, entre ellos: Atisha, Dragpa Gyaltsen, Guendun Drup y Taranatha.

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Maitreya III, in Collection Maitreya I-II-III; Regards sur le Bouddhisme Indien et Tibétain,
pp.81-133 Traducciones del tibetano de Georges Driessens, asistido por Michel Zaregradsky.
(c) 1983 Georges Driessens c/o Editions Dharma, Peymeinade, Fr.


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Traducido del francés por un ignorante que sería llamado lobsang dawa por su bondadoso Maestro. Rennes, 1994 - Heredia, 1996 (texto corregido en septiembre de 1997) sarvamangalam bhavantu

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