jueves, 1 de enero de 2009

Himno a Buddha el Supremo

Himno a Buddha el Supremo


por Shankarapati

¡Homenaje a todos los Tathâgatas!

No he conocido a Buddha ni a Vishnu;
tampoco he conocido a Brahma, o a Mahadeva;
mas he oído de sus formas, actos y pensamientos,
y he considerado hondamente sus cualidades y defectos.

Vishnu conduce una enorme armada que sostiene porras,
y Mahadeva está adornado con un collar de cráneos humanos;
mas Buddha marcha desarmado y en paz.
¿Qué debemos admirar: violencia o paz?

Vishnu mismo, pierde su tiempo estudiando la guerra;
Mahadeva se dilata luchando contra los dioses menores;
Y Kumara, con su corta lanza destruye al demonio cigüeña;
mas Buddha piensa sólo en cómo darse a otros.

"-Dañaré a éste, protegeré a aquél y
mataré a este-", dicen los dioses en sus escrituras.
Mas Buddha no piensa en "amigo" o "enemigo",
pero trabaja para elevar y liberar a ambos.

Las enseñanzas de Vishnu alientan apegos;
y las acciones de Mahadeva son las de un tonto;
mas el tathagata ha destruido todos sus defectos.
¿A quién deberé tomar como mi maestro?

Algunos no tienen compasión y preconizan dañar a los demás;
mientras que el otro preconiza el proteger todo lo que vive.
¿Quién tiene apego y quién ninguno?
¿necesito [acaso] decir cuál es el refugio digno?

Indra sostiene un cetro de diamantes, Bali un arado mortal;
Kumara lleva una lanza, y Mahadeva, con su tridente mortífero,
reside en campos de carnes.
Su compasión es como la de un niño, y crean sólo sufrimiento y temor.
¿Quiénes, con algo de sapiencia, querrían inclinar sus cabezas ante quien se esfuerza por destruir la vida?

Mas hay uno que camina sin un tridente y no guarda concubina alguna.
El no tiene tampoco disco cortante, lanza, maza o mortífero tridente;
libre de ilusión, trabaja sólo por beneficiar a otros.
A El, el sabio sin igual, voy por refugio.

Mahadeva, controlado por la codicia, abandonó su dignidad y robó una concubina.
Vishnu, poseído por el odio, otrora destruyó todas sus propias obras;
Kumara asesinó sus propios familiares, Gauri está siempre enfadada;
Yama constantemente mata.

Los hijos de Parvati se dice que viven de carne humana,
y Ganesha está -por costumbre- ebria.
Pero Buddha, poseedor de todos los poderes místicos,
ha sobrepasado todos los defectos.

No soy amigo de Buddha, ni soy enemigo de los tirthikas;
no he visto ni a Buddha ni a los dioses tirthikas;
mas he estudiado las escrituras y modos de ambos
y la excelencia de Buddha ha movido mi fe.

El tathagata no es mi padre, ni los tirthikas mis enemigos;
el tathagata no me ha ofrecido riqueza, ni tampoco los tirthikas me han robado.
Mas soy del parecer que sólo el tathagata piensa solamente en cómo beneficiar al mundo,
y es sólo a un objeto libre de todas faltas al que soy capaz de abrir mi corazón.

Aquél que piense sólo en ayudar y quien trabaje solamente por el mundo,
aquél que despoje de sufrimiento al mundo y le traiga la dicha,
aquél que conozca la realidad, tan claramente como la palma de su mano:
es hacia ese vidente sin par a quien va mi fe.

Tal vez con entendimiento, tal vez con amor,
o tal vez meramente con duda de un soporte menor;
m
as, quienquiera rinda homenaje al Buddha semejante a luna
alcanza una dicha y gloria celestiales.

Los seguidores de Vishnu dicen que una vez su amo,
queriendo mitigar los sufrimientos de la Humanidad,
tomó nacimiento como el Príncipe shakya y se convirtió en Gautama el Monje y, luego, en el Señor Buddha.
¿No son acaso necios, al no atender sus enseñanzas?

Otros dicen que una vez, Vishnu -poseído por el apego y el odio- robó las joyas de los asuras;
y que entonces, por medio del ardid y el hurto, se apropió de sus tierras.
En ese entonces Vishnu no parecía muy iluminado, mas aún gente tonta le adoraba.
Y Buddha era completo Iluminado, mas las gentes ignorantes no lo adoraron.

Narayana una vez ofrendó a Vishnu este entero mundo,
sopesado con cuatro océanos; mas sólo sufrimiento resultó.
Mas a resultas del ofrendar a Buddha un puñado de arcilla,
un niño renació como el Rey Ashoka y vino a regir toda la India.

De nuevo digo: no tengo prejuicio hacia Buddha,
y los tirthikas no me disgustan.
Mas es solo de quienquiera las escrituras sean razonables
a quien puedo mirar como mi maestro y guía.

Tenemos que juzgar por nosotros mismos con ojos de razón
y ver quién es digno, quien es sabio,
y de quién las vías son benéficas para los seres sensibles.
¿Qué persona sensata haría de otro modo?

Si fuesen sin defecto
y con posesión de toda excelencia,
tomaría como mi maestro
a Brahma, Vishnu o Ishvara incluso.

Mas sólo hacia Aquel sin defecto,
Aquel que posee excelencia sin límites
y que posee ambas, omnisciente y todo-compasiva mentes,
que puedo ir en mi corazón por refugio.

Que pueda cualquier pequeño mérito [proveniente] del haber escrito este texto
-el que es un océano formado por miles de ríos de alabanza
hacia Aquél cuyos anchos ojos son como abiertos lotos-,
ser un deleite para todos los que lo escuchen.

___________________________

In: The sublime path of the Victorious One; a book of Buddhist liturgies meant for recitation at the places of Buddhist pilgrinage...(part VI)
Compiled by The Office of His Holiness the Dalai Lama.
Rendered into English at the Translation Bureau of the Library of Tibetan Works and Archives, Dharamsala, India. pp. 47-50

(c) 1981 Library of Tibetan Works and Archives, Dharamsala

No hay comentarios: